Un libro diferente , se publica en diferentes versiones, por motivos de espacio y filosofía, en La Opinión de Murcia y Cambio16, y en esta web; febrero 007.

Un libro diferente


Tengo entre las manos un libro peculiar, raro. Ya su título, CIEN CARTAS A UN DESCONOCIDO, es un timo, una inteligente estafa. No hay literatura epistolar en las páginas del libro raro, ni siquiera están escritas en segunda persona. También es mentira que los textos -ya he dicho que no son cartas, luego desvelaremos el misterio- estén dirigidos a un desconocido. Están dirigidos a muchos desconocidos y también a cuantos conocidos hubiesen querido acercarse a su astuto fraseado, es decir, a cualquiera. Lo que sí es verdad es el número, el cien. Increíble el poder que tiene esa cifra. Hablo porque soy una de las numerosas víctimas de su poder magnético: escribí cien cuentos que podían ser impresos en tarjeta de visita y con los mismos realicé cien tarjeteros firmados y numerados que vendí a cien euros cada uno. Cien.
Pero el libro que tengo entre las manos... mejor no ser mentiroso para no apuntarme a la trampa del título: no lo tengo entre las manos está a mi derecha, cuidadosamente despanzurrado para que no se desencuaderne, mirándome con cierta impertinencia su portada blanca y negra, a pesar de que el hombre que aparece fotografiado en la misma, el autor rodeado de los libros que durante toda la vida ha ido editando, mira para otro lado, le importa un pimiento lo que pueda opinar de él un columnista que vive en otro país, maneja una lengua distinta a la suya y ni siquiera es premio Nobel, ni tiene cien años. Pues en eso estábamos cuando me he tirado por el alegre tobogán de mis propias palabras, en el número cien. El origen de este libro. Reunir cien “algo”. Cien recetas de cocina, cien millones, cien sellos de correos, cien pares de zapatos, cien textos publicados en contracubiertas.
Sí, ya hemos llegado al meollo de la cuestión, el quid del asunto, este libro extraño, raro, diferente, absolutamente genial, reúne cien, ni una más ni una menos, cien contracubiertas escritas en cuarenta años de profesión por uno de los editores más famosos de Europa, Roberto Calasso, el responsable de Adelphi. Leer este libro es una aventura, una sorpresa permanente, una delicia. Un columnista yanqui estereotípico escribiría que “este puto oficio mal pagado y oscuro cobra sentido cuando uno tiene la suerte de encontrar un libro como este”. Lo suscribo aunque en un autor europeo suene impostado y algo hortera: este puto oficio mal pagado oscuro cobra sentido cuando uno tiene la suerte de encontrar un libro como este. Alguno de los textos corresponden a obras famosas de autores como Nabokov de Quincey o Oliver Sacks (el sicólogo que firmó uno de los títulos más divertidos y surrealistas de la historia: El hombre que confundió a su mujer con un sombrero)..., pero hay bastantes desconocidos (yo, que nunca he negado mi natural asilvestramiento, no conozco ni a la mitad, ni a cincuenta). Y ese es otro de los encantos de este libro, leaselo, memorice nombres y títulos junto algún dato, y logrará parecer un sabio, el rey de cualquier fiesta. Si es que en las fiestas -ay, mi inveterado optimismo- a alguien le interesase hablar de literatura, autores geniales y libros.

 

 

 

 

 

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