Libros con magia , se publica en diferentes versiones, por motivos de espacio y filosofía, en La Opinión de Murcia y Cambio16; mes de mayo.


Libros con magia

Minutos antes, días antes, de que la brutal Feria del Libro de Madrid engulla todo lo encuadernado y encuadernable los responsables de Alianza Editorial han realizado un acto de prestidigitación recuperando diez títulos emblemáticos, inolvidables, de sus no menos mítica e inolvidable colección Alianza de Bolsillo, aprovechando que ésta cumplía nada menos que cuarenta años. Los libros de Alianza, y en particular esta colección de bolsillo, supusieron para cualquier amante de la lectura un "río de aire fresco" en un tiempo, el de la dictadura, que para leer determinados títulos había que buscarlos allende nuestras fronteras. ¿Quién que ahora tenga entre treinta y cinco y cincuenta y cinco años no leyó en su momento El Lobo Estepario, de Hermann Hesse, los Poemas y canciones de Brecht, El Jugador de Dostoyevski o la Metamorfosis de Kafka? Y si los leyó lo hizo en El libro de Bolsillo de Alianza Editorial.
He asistido a la presentación de los diez títulos elegidos para su "resurrección" o relanzamiento (aún pueden encontrarse las versiones originales de muchos de ellos) con el ánimo feliz de quien acude a una fiesta, al cumpleaños de un amigo muy querido, y al llegar a casa lo primero que he hecho ha sido buscar los ejemplares originales... y no he encontrado ninguno, a pesar de que compré y leí y releí todos ellos, los diez y muchos más, en su momento. Mi mala costumbre de prestar libros (es tan raro que los devuelve), las mudanzas de ciudad a ciudad, de país a país, los amigos cleptómanos... En suma, que aunque esperaba un juego de repeticiones (y poder comparar la antigua edición con la actual; magnífica, con una letra grande y deliciosa) me he encontrado con la recuperación de diez libros amadísimos (y sueño tener tiempo este verano para releerlos y resubrayarlos una vez más todos ellos; a ver si consigo, al menos, no prestarlos sin tomar nota de a quien se los presto).
Tener entre las manos Ficciones, de Borges, o El señor de las moscas, de Golding, con la misma portada aunque era en un tapa dura y mucho mejor edición, me produce un efecto de viaje; viaje en muchos sentidos. Me vuelven a la memoria olores, calles, edificios, amistades y amores; también dolores, soledades y sueños (algunos hasta cumplidos).
En un momento en que el mercado del libro es como esas máquinas en las que se amontonan las monedas y unas van desplazando a las otras a velocidad de vértigo resulta maravilloso que aún haya editoriales que apuesten por mantener un fondo editorial vivo en el que pueden encontrarse desde las recetas de Simone Ortega, los ensayos de Freud o las novelas de Galdós. Si fuese escultor haría un monumento a Valeria Ciompi y sus colaboradores de Alianza; como sólo soy escritor les dedico humilde y agradecidamente estas palabras, esta columna.

 

 

 

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